viernes, 31 de mayo de 2013

ARTÍCULO



             




 El periodismo del nuevo siglo
 Artículo de la lectura de Ignacio Ramonet 
 Por: Carmen Guevara C.

El desarrollo y los  avances tecnológicos  han  creado una  segunda revolución, pero esta vez  en las comunicaciones. La inmediatez  de la información, se da en todos los confines de la tierra. El  hombre dispone en este momento de equipos sofisticados,   en comparación a décadas pasadas.  Hoy se puede encontrar en muchos  hogares  ordenadores conectados  a la redes  de internet.  La televisión se recibe  vía  satelital y  teléfonos con sistemas  inteligentes, lo que aumenta la comunicación, en este mundo globalizado,  convirtiendo al ciudadano común,  en testigo  y  trasmisor  de los hechos.  No existe garantía de que el contenido  sea fidedigno y en mucha ocasiones,  se  apartan  de la ética y los valores.
El director de Le Monde Diplomatique,  Ignacio Ramonet,  señala que el  periodista está en vía de extinción en los tiempos que corren y  en consecuencia  se crea  la idea  de que este intermediario ya no es necesario, que las personas pueden informarse solas, pero la realidad nos indica que no es fácil ocupar el rol del comunicador, porque se exige mucha preparación, en comparación a un ciudadano común,  cuya única herramienta es la tecnología y  no cuenta  con las competencias,  para realizar un trabajo social y su  mensaje podría carecer de credibilidad y fiabilidad.
 En cuanto a la inmediatez, la superabundancia y la democratización de información la realidad es que tenemos mucha más información de la que se puede  manejar,  se tiene una sociedad que está generando una cantidad de información como nunca. 
Una realidad que se debe tener presente, para no caer en la desinformación, es conocer de  donde proviene la información que se obtiene en cualquiera de estas nuevas redes y  también hay que consultar fuentes confiables. Se dice que una persona con una mejor preparación académica, se benefician del material abundante que se obtiene en los principales buscadores,  podrán hacer mejor uso al   seleccionar  lo bueno y descartar lo malo. 
Por lo tanto el rol del comunicador es muy importante para la sociedad, es agente multiplicador, tiene la obligación de proporcionar al público información que le sirva para tomar sus decisiones y el objetivo primordial debe ser la defensa de los derechos e intereses de las personas apegados a principios como la veracidad, objetividad, imparcialidad, responsabilidad,  defensa de la paz, entre muchos otros.

Pero la realidad, el poder emana de los mercados financieros, quienes controlan y dictan las políticas a seguir, los medios de comunicación, viven de la publicidad y deben mantener los rating, los dueños se dedican a vender, para que el negocio sea rentable, en muchas ocasiones desinformando o ofreciendo una programación muy pobre a  la sociedad y con carencia de su papel  primordial de educar, orientar, informar y entretener a la sociedad.  

martes, 28 de mayo de 2013

Artículo sobre la lectura del periodista Ignacio Ramonet

Artículo sobre la lectura del periodista Ignacio Ramonet
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Por: Oscar Gómez Miranda Cédula 4-143-395
 
 
Indudablemente que el actual siglo XX1 es caracterizado por la era de la revolución tecnológica en todos los aspectos de la sociedad y especialmente en la profesión que nos atañe, pero, he aquí, entro en discrepancia con este connotado hombre de la pluma del periódico francés.  
 
No comparto la opinión que las nuevas herramientas de la comunicación vayan a desaparecer a los periodistas, si bien es cierto, que los propietarios de algunos medios de comunicación, por ahorrarse una plaza de trabajo, han enviado a la calle a colaboradores a ejercer la función de periodista, sin importar la  calidad, veracidad  e irrespetando a los lectores o televidentes.
 
Hay una máxima, “zapatero a tu zapato”, cada función debe ser realizada por una persona que haya recibido formación para tal.  Además, la diferencia es fehaciente cuando se trata de reemplazar la función del especialista con otro improvisado.
 
La información es cambiante, contamos con la facilidad de poder enviar a las redes sociales texto, fotografía y videos de un hecho acaecido en el momento.  Pero esta inmediatez, tiene su riesgo: que por la celeridad de querer abrogarnos la primicia o exclusividad, se puede caer en una imprecisión o un yerro, y después haya que desmentirla.
 
Por otro lado, se debe tener esa agilidad mental para contextualizar la noticia y ponerla en perspectiva; escoger de ese abundante cúmulo de acontecimientos y seleccionarlas.
 
La información como tal, que incluye los aspectos cívicos, humanos, ha dejado de trabajarse, con este sistema de “raiting”, que es la herramienta científica que se utiliza para medir la audiencia, los medios de comunicación apuestan a este género de informaciones, porque desgraciadamente antes de vender la pauta publicitaria, las empresas o publicitarias, pautan en aquellos espacios que tiene un margen de sintonía.
 
 

viernes, 24 de mayo de 2013

Periodista Analizan opinión de Ignacio Ramonet


Análisis del artículo
“El periodismo del nuevo siglo”
Por: Aneldo Arosemena
La reflexión que hace Ramonet gira en torno a tres temas básicos, la función y el papel del periodista en la sociedad actual, el desarrollo de la tecnología de la información y la comunicación, como la misma afecta el ejercicio tradicional del periodismo y por último la función de los medios de de comunicación y la necesidad de replantear su función en virtud del desarrollo de las tecnologías aplicadas a la información.
Le tesis de Ramonet de que el ejercicio del periodismo está pasando por profundas transformaciones en función del desarrollo tecnológico, se basa sobre todo en que la comunicación deja de ser monopolio de esta clase profesional y se amplía a otros  sectores sociales, e incluso profesionales,  en función del desarrollo de herramientas tecnológicas en el campo de la comunicación donde el móvil, el ordenador, el mismo desarrollo del internet con la consiguiente expansión de las llamadas redes sociales han puesto la información al alcance de la mano de todos, pero a la vez ha replanteado el concepto de información , basado en un eje desde donde se expande al infinito es decir a todos, sin necesidad del “medio” que tradicionalmente era el administrador y jerarquizador de la información a los receptores.
En la era de la tecnología “el medio” parece desaparecer, existe una comunicación indiscriminada y caótica en la que el emisor es al mismo tiempo receptor y viceversa, lo que nos lleva a otra reflexión de Ramonet en el sentido de que a diferencia de lo que ocurría hace 200 años en que la información era un bien objeto de monopolización y por lo tanto fuente de poder  de quienes la detentaban, sin embargo, la revolución tecnológica ha traído una democratización de la comunicación, lo que sin embargo no ha significado mayor nivel cultural, ya  que el exceso de información ha provocado lo que otro autor denomina “infoxicacion”, lo que ha provocado una ruptura de la comunicación concebida como comprensión y entendimiento. En la que mayor información no necesariamente es mayor credibilidad o verdad.
Es por ello que Ramonet plantea que la tecnología de la información y comunicación presupone un peligro para el periodista ya que pone en manos de la generalidad una función especializada, ya que los periodistas son organizadores y directores sociales, pero ahora esa función queda sin ningún tipo de organización, valoración y jerarquización.
Con el advenimiento de las nuevas tecnologías se rompe el concepto del periodismo como “cuarto poder”, convirtiéndose a juicio de Ramonet en un segundo poder, por su mayor cercanía a los mecanismos de toma de decisiones y formación de consensos, en ese sentido el poder formal queda en una situación de igualdad con el poder mediático, hablándose así de democracia mediática.
El Autor concluye planteando la necesidad de que los medios hagan un análisis de cuál será la función que les tocara desarrollar en esta revolución de las tecnologías de la información y comunicación, en la que su estabilidad institucional y puesta a prueba por la entrada de nuevos actores al campo de la comunicación y a la masificación incontrolada de datos sin ton ni son.