lunes, 3 de junio de 2013


 

“El Periodismo del nuevo siglo”.

Autor: Ignacio Ramonet
Analizada por: Xenia De León




Sobre el periodismo presionan las nuevas tecnologías que han dejado de lado conceptos importantes como la cultura y que han provocado que los medios se aproximen a dar una noticia o colocarla en su página web rápidamente sin confirmarla. Exige que nos detengamos y pensemos  en nuestro público que merece una información precisa, objetiva, confiable y verdadera.

Es, de todos conocidos, que la nueva era tecnológica ayuda a los medios de comunicación y a las personas a abarcar un mayor público, pero no hay que permitir que se descuide el trabajo periodístico que se viene realizando y que amerita reforzarlo.

La información si bien es cierto ahora es una mercancía que está sometida a la oferta y la demanda  no a los criterios cívicos e éticos, hay que estar claro que es una tendencia peligrosa, porque la mejor manera de informarse no equivale a informarse directamente.

“Si comparamos el periodismo de ayer con el de hoy, hay que mencionar que había una organización triangular, estaba el acontecimiento, el periodista (que analizaba, contextualizaba) y el ciudadano. Ahora todos los medios de comunicación intentan poner en contacto al ciudadano con el acontecimiento”, según cita el autor Ignacio Ramonet.

Considero que hay que estar alertas frente a algunos empresarios que quieren desplazar a los periodistas con simples máquinas o con personal no idóneo y que solo irá a una cobertura a recoger la información, sin analizarla y la expondrá al público.

En los medios todos los colaboradores son importantes. Detrás de un presentadora de televisión hay miles de periodistas que alimentan la maquinaria, son piezas claves en el rompecabezas, para que  al final el público tenga una información precisa, objetiva y cierta.

Los conceptos de verdad y de mentira han variado, pero hay que ser precavidos al tener una información,  primero hay que confirmar un hecho para que no seamos “meros repetidores” de los demás medios, que inclusive a veces convierten una mentira en verdad.

Ahora es difícil que los medios compitan entre sí, porque hablan de sí mismos, repiten los que dicen los otros medios de comunicación y a la vez, dicen lo contrario, por lo que hay que agregar otros reportajes, noticias, investigación que hagan la diferencia.

Hoy por hoy  el periodista ha dejado de ser un analista, pues la instantaneidad se ha convertido en el ritmo normal de la información, por ende según  el autor Ignacio Ramonet debe llamarse “instantaneísta”.  El periodista tiene la tendencia a convertirse en un simple vehículo.

Algo que me llamó la atención es que ya no somos considerados el cuarto poder (la censura) sino el segundo poder, se ha desplazado a la esfera de la economía y el ámbito financiero.

Pese a las alertas sobre la profesión siente que no va a desaparecer aunque se incorporen las tecnologías actuales,  porque deberán ser un complemento para nuestro trabajo diario.

Sabemos que hay un público que quiere informarse y otro que solo quieren saber vagamente lo que pasa, pero los medios no pueden presentarse como un ojo que mira y que no puede verse, hay que hacer autocríticas, que reconozcan cuando se cometen errores.

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